La cadena de suministro está rota. Cómo de rota, lo suficiente para que Ford acumule entre 40.000 y 45.000 vehículos sin entregar a falta de que unos pocos componentes los completen del todo. Una imagen que puede verse en The Drive y que ejemplifica como ninguna los problemas que están teniendo los fabricantes de automóviles.
Kentucky Speedway’s. El circuito estadounidense situado en el estado que le da nombre es la casa de entre 40.000 y 45.000 vehículos de Ford que ya tienen dueño pero al que les falta algún tipo de componente para poder sacarlos al mercado. La fotografía aérea mostrada en el tweet inferior demuestra cómo gran parte del óvalo del circuito sirve es la casa de estos vehículos a medio acabar.
La imagen, incluso, es incompleta. En The Drive señalaban que muchas más «pick-ups y camionetas de gran margen de beneficio», como la firma definía a estos automóviles, están acumulándose en otra gran planta en Indiana, a apenas 25 minutos en coche del circuito.
Ford has been using Kentucky Speedway’s lots to store its trucks until they can be sent to dealers. Now, the race track is surrounded by thousands of them. https://t.co/aRxqSs75Td
— The Drive (@thedrive) September 23, 2022
¿Qué está sucediendo? El problema para Ford es la falta de componentes. De unos pocos componentes que dejan incompletos a vehículos que ya deberían haberse entregado a sus dueños. Sin embargo, algunos de ellos hacen inservibles a los automóviles que, pese a tener cuatro ruedas y un volante, no pueden cerrarse o carecen de chips que permitan el uso de ayudas ADAS.
Estos problemas de Ford no son nuevos, aunque ha hecho que la empresa sufra un duro golpe en bolsa. De hecho, la marca ya cerró pedidos en Europa de sus Ford Focus y Fiesta (dos de los modelos más importantes de la firma) porque nos eran capaces de dar a basto con tantos problemas se suministros. Incluso hay problemas en estos momentos para encontrar stock de Ford Fiesta de kilómetro 0 y no ofrecen ningún Ford S-Max ya construido.
Acciones desplomadas. Todo ha derivado en una importante caída de las acciones de Ford en bolsa. De un día para otro, éstas han sufrido una bajada en su cotización que no se había visto en 11 años. Entre marzo y agosto, las acciones y bajaron sensiblemente, pero habían comenzado a recuperar posiciones. Sin embargo, el descalabro entre el 20 y el 23 de septiembre es uno de los más importantes de su historia.
El motivo es que, además de la llamativa fotografía, Ford ha anunciado que los costes en la fabricación de sus modelos sumarán mil millones de euros imprevistos y que sus beneficios se reducirán a, como mucho, 1.700 millones de dólares (se esperaban 3.700 millones de dólares). Son malas noticias para una compañía que ha visto cómo su Ford Mustang Mach E ha dejado de ser rentable pese a ser todo un éxito de ventas o que ha ido anunciando importantes ajustes de plantilla para sus próximos años.
No es la única. Pero Ford no es la única que está teniendo que lidiar con un contexto mundial económico muy complicado. Para paliar los posibles efectos de la rotura de la cadena de suministro, las marcas están optando por ofrecer paquetes completamente cerrados de equipamiento para garantizar plazos cortos de entrega. Personalizar un coche es sinónimo de esperar muchos meses. En algunos casos superiores al año.
Las marcas han tenido que enfrentarse en los últimos meses a la escasez de microchips, los cierres de fábricas chinas con motivo de la pandemia de coronavirus y la Guerra de Ucrania. De hecho, Volkswagen está valorando trasladar gran parte de su producción al suroeste europeo por este motivo.
Foto | Ryan Searle